"El euro digital nunca reemplazará al dinero en efectivo". Ese fue el punto de partida del Banco Central Europeo (BCE) desde que en 2021 empezó a trabajar en diseñar una moneda digital oficial para los países de la eurozona. "Un sistema que nos permitirá garantizar que el dinero y los pagos siguen siendo de confianza y eficientes en un entorno digital que cambia rápidamente", según asegura la institución, que incluso advierte de que "los pagos son un bien público demasiado importante para dejarlo en manos de los mercados financieros internacionales".