La pandemia, el cierre de la actividad económica y el desplome del consumo trajeron consigo un desplome de la recaudación tributaria del Estado. Con todo, y pese a un retroceso de casi el 7%, el nivel en el que quedaron los tributos que se abonan en los distintos niveles de la Administración cerró 2020 con el cuarto mejor registro histórico. Ahora, cerrado el primer semestre del año, los datos vuelven a estar al alza y ya se encuentran por encima del año previo a la crisis sanitaria, 2019, que acabó cerrando como el ejercicio con mayor recaudación fiscal en España.