El primero en caer fue el Reggaeton Beach Festival. El Ayuntamiento de Madrid le negó la licencia por problemas en su plan de movilidad, seguridad y niveles de ruido. Le siguió el DCODE. En su caso, por no llegar a tiempo a conseguir un cabeza de cartel "a la altura" de Lewis Capaldi, que se cayó a finales de junio, dejando al evento con apenas dos meses de margen de maniobra. Pero todavía quedaba uno más. El Primavera Sound anunció que no volverá a la capital en 2024 al tener un recinto "con garantías".