El Fondo Monetario Internacional reduce del 3,3% al 2,8% el incremento del PIB global en 2025, y nueve décimas el crecimiento de EEUU, al 1,8%, y deja a España como la economía desarrollada que más avanzará, con un 2,5%
El FMI eleva el crecimiento de España al 2,5% en 2025 incluso asumiendo los aranceles del 20% de EEUU
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha recortado medio punto de golpe el crecimiento mundial, del 3,3% al 2,8%, en 2025 por la guerra comercial global escalada por la Administración de Donald Trump de Estados Unidos.
“La estimación global oculta variaciones sustanciales entre países. Los aranceles constituyen una perturbación negativa de la oferta para la jurisdicción que los aplica, ya que los recursos se reasignan hacia la producción de artículos menos competitivos, con la consiguiente pérdida de productividad agregada y el aumento de los precios de producción. A medio plazo, cabe esperar que los aranceles reduzcan la competencia y la innovación, lo que lastraría aún más las perspectivas”, argumenta el director del departamento de estudios del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas.
El ejercicio de estimaciones deja a España como la economía desarrollada que más avanzará, con un 2,5%, tras mejorarle dos décimas la previsión de incremento del PIB en 2025. Esta excepción positiva se conoció ya el 10 de abril, y el FMI la justificó “por la limitada exposición comercial directa e indirecta” de nuestro país a Estados Unidos. “Esta mejora de la perspectiva se da a pesar del complejo contexto internacional y se basa en un sector exterior dinámico y un mercado laboral robusto”, destacó el Ministerio de Economía.
Nuestros principales socios del euro sí sufren recortes en sus previsiones de crecimiento económico por las barreras que Estados Unidos ha levantado a las exportaciones y, sobre todo, por la incertidumbre total que ha desatado esta agresiva política comercial. “La incertidumbre seguirá siendo elevada hasta 2025 y 2026”, lamenta el informe del FMI, publicado este martes. El descenso de la proyección de Alemania es de tres décimas en 2025, hasta quedarse en el 0%, lo que condena a la principal economía europea a nueva recesión —técnicamente, dos trimestres consecutivos de caída del PIB—.
Italia se lleva un golpe similar, y se tendrá que conformar con un exiguo avance del PIB del 0,4% en este ejercicio. El daño a la estimación de Francia es de dos décimas, al 0,6%. Al menos, el FMI cree que la inflación se mantendrá controlada en el conjunto de la eurozona, cerca del 2%, lo que deja margen al Banco Central Europeo (BCE) para seguir bajando los tipos de interés oficiales, y apoyar —rebajando los costes de financiación— tanto las necesidades de inversión en la transición energética, en la digital y en planes de ayuda para avanzar en lo que la UE está denominando “autonomía estratégica”. Un concepto que viene a significar que hay que depender menos del exterior ante el clima internacional de absoluta inestabilidad. Para todo eso hace falta dinero 'barato'. Así como para el incremento del gasto público en defensa y seguridad, anunciado este mismo martes por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
El mayor impacto lo recibe México, el vecino del sur de Estados Unidos, del que depende en gran medida, según se puede observar en el gráfico de esta información. Sin embargo, China y Canadá sufren un recorte inferior al de Estados Unidos.
Mucha incertidumbre y diferentes escenariosLa actualización de las proyecciones del organismo multilateral toma como escenario de referencia toda la información estadística conocida hasta el 14 de abril, y los aranceles “recíprocos” —según la retórica de Estados Unidos de que son un castigo a los países con los que tiene déficit comercial— anunciados por la primera potencia mundial y las respuestas de otros estados —principalmente China— hasta el 10 de abril. Es decir, no tiene en cuenta la suspensión o tregua de 90 días —con la excepción del 'gigante' asiático— a las represalias más duras, que en el caso de la Unión Europea (UE) implican una barrera del 20% para las exportaciones en general y del 25% para el sector del automóvil, del acero y del aluminio, y que para algunos países alcanzan el 50%. Sí que asumen las exenciones “a los bienes considerados críticos, como los productos farmacéuticos, los semiconductores, la energía y determinados minerales”, según aclara el informe del FMI.
“Las revisiones a la baja son generalizadas en todos los países y reflejan en gran medida los efectos directos de las nuevas medidas comerciales y sus efectos indirectos a través de los vínculos comerciales, el aumento de la incertidumbre y el deterioro de la confianza”, resume el informe del organismo multilateral, que dirige Kristalina Georgieva.
“El impacto de los aranceles en el crecimiento a corto plazo varía de un país a otro, dependiendo de las relaciones comerciales, la composición de la industria, las respuestas políticas y las oportunidades de diversificación [de los destinos de las exportaciones]. El apoyo fiscal [las ayudas] en algunos casos (por ejemplo, China o la eurozona) compensa parte del daño” sobre el avance del PIB, prosigue el FMI.
Los economistas del organismo internacional calculan diferentes escenarios, más o menos adversos según diferentes supuestos para los aranceles. Aunque la conclusión es la misma: “La economía global ha entrado en una nueva era”, según señala Pierre-Olivier Gourinchas.
“Una nueva era para la economía mundial”“El sistema económico mundial con el que la mayoría de los países han funcionado durante los últimos 80 años se está restableciendo”, dice este economista francés. “Las normas existentes se ponen en tela de juicio, mientras que otras nuevas aún están por surgir”, avisa. “La incertidumbre epistémica y la imprevisibilidad política resultantes son uno de los principales motores de las perspectivas económicas. De mantenerse, este brusco aumento de los aranceles y la incertidumbre concomitante ralentizarán considerablemente el crecimiento mundial”, añade.
“A pesar de la ralentización, el crecimiento mundial se mantiene muy por encima de los niveles de recesión. La inflación global ha subido alrededor de 0,1 puntos porcentuales cada año [2025 y 20'26], pero la moderación de las subidas de precios continúa. El comercio mundial ha resistido bastante bien hasta ahora, en parte porque las empresas podían desviar los flujos comerciales cuando era necesario. Esto puede ir resultando más difícil”, explica.
“Proyectamos que el crecimiento del comercio global caerá más que la producción [que el PIB], hasta el 1,7% en 2025, una significativa revisión a la baja desde enero”, comenta Pierre-Olivier Gourinchas.
“Las densas cadenas de suministro mundiales pueden magnificar los efectos de los aranceles y la incertidumbre. La mayoría de los bienes comercializados son insumos intermedios que cruzan las fronteras varias veces antes de convertirse en productos finales. Las perturbaciones pueden propagarse hacia arriba y hacia abajo en la red mundial de insumo-producto con efectos multiplicadores potencialmente grandes, como vimos durante la pandemia”, incide el economista francés. “Las empresas que se enfrentan a un acceso incierto a los mercados probablemente harán una pausa a corto plazo, reducirán la inversión”, concluye.