Padres de familia colombianos se han rebelado contra el consumo de alimentos prefabricados en las escuelas para concienciar sobre los efectos de la "comida basura" en un país donde la obesidad infantil crece y de esta forma conseguir que sustituyan esos productos por otros más sanos.
Un niño víctima de esa mala alimentación es Anderson, que a sus siete años pesa 45 kilogramos. En casa "el papá lo complace con paletas" de chocolate que le atraen por los juguetes con que vienen acompañados, explica su madre, Luz Mary Rincón, quien se esfuerza por preparar a diario comidas nutritivas.
Según la última Encuesta Nacional de Situación Nutricional de Colombia (ENSIN), del año 2015, la subalimentación, el sobrepeso y la obesidad son problemas que vienen en aumento en la población infantil del país: el 10,8 % de los niños tienen retraso en la talla, el 1,6 % sufre desnutrición aguda y el 6,4 % tiene exceso de peso.
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