A las puertas de que Alberto Fernández asuma la Presidencia de Argentina, dos "herencias recibidas" avivan la transición: la que el mandatario electo asegura recibir del actual gobierno, al que acusa de devastar el país, y la que el saliente, Mauricio Macri, insiste tuvo que enfrentar en 2015 al suceder a Cristina Fernández, que ahora será vicepresidenta.
Con apenas excepciones, cada nuevo presidente de la actual democracia argentina ha heredado una grave crisis económica. Solo como ejemplo, Carlos Menem sucedió en 1989 a Raúl Alfonsín en medio de la hiperinflación; Fernando de la Rúa dimitió y dejó en 2001 en helicóptero la Casa de Gobierno con el "corralito" bancario de fondo y Néstor Kirchner asumió en 2003 con casi el 20 % de desempleados.
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