El problema que pone en evidencia la pandemia del coronavirus en los sistemas sanitarios de los países ricos no es tanto una falta de dinero como la necesidad de prever reservas de personal y material médico para situaciones excepcionales, según la OCDE.
"La crisis del COVID-19 demuestra que se necesita flexibilidad y adaptación en el uso de los recursos existentes, así como planificar respuestas si aumenta la demanda", explica la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en un documento que ha publicado para orientar las políticas de sus países miembros.
Fuentes de la organización insisten a Efe en que el colapso que viven los sistemas sanitarios de los países más afectados "no es necesariamente un problema de dinero", ya que incluso los que más gastan no están preparados para hacer frente a esta ola de pacientes.
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