La muerte de Francisco es un acontecimiento para los católicos, pero también tiene una dimensión geopolítica innegable en un momento de tensión máxima mundial, en el que cada posición es decisiva
Este artículo es parte del boletín del subdirector de Internacional, Andrés Gil, dedicado a resumir la actualidad semanal en el mundo. Apúntate aquí para recibirlo cada lunes
No es lo mismo que Pío XI allanara la Marcha sobre Roma de Benito Mussolini o que la Iglesia señalara como Cruzada Nacional la Guerra Civil desatada por el golpista Francisco Franco, a que el papa Francisco critique la agenda ultra impulsada por la Casa Blanca el mismo día que recibe al vicepresidente de EEUU, JD Vance.