El año pasado, Argentina 1985, la película dirigida por Santiago Mitre con Ricardo Darín como protagonista, se convirtió en un pequeño fenómeno gracias al boca oreja y todos los premios ganados (Globo de Oro a la mejor película de hablan no inglesa incluido). En España, la película emocionaba de una forma particular. Uno veía en la pantalla a un país que juzgó a su dictador, que sentó en el banquillo de los acusados a los perpetradores de los asesinatos y las torturas que había sufrido su ciudadanía durante años.